Hoy quiero platicar contigo de lo que esta cuarentena a significado para mi, ya sabes que me encanta escribir diarios donde pongo mi percepción del mundo y mis historias, pero hoy no quiero que quede solo en papel, quiero contártelo por que sé que estamos sintiendo cosas parecidas.
Lo primero que quiero decir es, “¿Qué pedo contigo 2020?”
No encontré una mejor manera de decirlo, sé que así lo siento y sé que ustedes sienten lo mismo.
Yo recuerdo que en enero escuche por primera vez del Coronavirus y lo percibí como algo muy lejano, tengo que confesar que desde hace algunos años vivo en otra frecuencia a la que yo la llamo mi propio universo, entonces como a muchas otras cosas en mi vida, decidí no darle importancia.
El 28 de febrero se registro el primer contagiado en México, seguro que ese día no me enteré por que desde hace muchos años no veo noticias, elegí Twitter como mi fuente de información y también elijo mis fuentes, es maravilloso vivir en este tiempo y espacio, ¿apoco no?
Mis clientes del despacho, emprendedores y empresarios que admiro, comenzaron a hablar del confinamiento, recuerdo que la primera vez que escuche la palabra dije “que fea palabra” eso suena a estar presos en nuestra propia casa y mi casa es muy hermosa para sentirme presa ahí, yo misma elegí el color de las paredes y la distribución de los espacios.
En ese momento se hablo de “un confinamiento de una o dos semanas”.
Pensé que todos los negocios que llevamos en el despacho y el mío podía sobrevivir a eso sin problema.
Y entonces el 16 de marzo empezó la Jornada de Sana Distancia, yo recuerdo haber estado muy tranquila, ni siquiera pensé en todo lo que podía pasar, me tomé las cosas con mucha calma y en ese momento dije, es un buen momento para sacar todos los pendientes que tengo y ponerme al corriente.
La realidad es que el 95% de las veces suelo tomar las cosas de una manera muy optimista y proactiva, eso quiere decir que le pinto solecitos al mundo aunque no los tenga y me pongo a trabajar para que las cosas sucedan.
Por mi negocio, cómo ya tengo años siendo una rebelde, mi equipo trabaja desde su casa, desde hace años rompí el paradigma de trabajar en un horario establecido al igual que un lugar, me encanta romper las reglas del tiempo y el espacio y soy muy afortunada de tener al equipo que tengo por que ve y percibe las cosas como yo.
Así que eso hice, me puse a sacar pendientes, a optimizar los procesos y a revisar a detalle las estrategias de mis clientes para el despacho de diseño y marketing.
Días después recibo llamadas de mis clientes diciéndome Diana vamos a cerrar esto está muy difícil, ya les he platicado en otros de mis videos que la mayoría de mis clientes pertenecen al giro restaurantero, yo pensé:
¿por qué no nos quedamos con el servicio a domicilio? Y me contestaron no queremos exponer a nadie.
Ese fue el primer día que lloré inconsolablemente, mi mente entro en conflicto por que yo amo ver a los negocios crecer, para mi son seres vivos llenos de amor, energía y abundancia, ver cerrados los lugares que mi equipo y yo hemos hecho crecer me dolió mucho, pero el argumento era irrefutable.
“primero las vidas humanas, después ya veremos que hacemos con la economía”.
Días después me llaman mis clientes de tiendas en linea y me dicen Diana dejemos de pagar publicidad, no es momento para hacerla, las personas van a ahorrar por que no sabemos cuánto va a durar esto.
Lloré de nuevo, fue la primera vez que pensé ¿entonces esto no va a pasar pronto?
Después de mi llanto inconsolable, entre en modo “Guerrera, combativa, coronavirus me la pelas”
Y comencé a planear estrategias y campañas para las redes sociales de mis clientes, aún cuando me dijeron, para todo, mi mente dijo “no te puedes permitir detenerte, no ahora, mientras el mundo se contrae tu piensa en expansión”
Hasta el día de hoy abrazo ese pensamiento pero ya no tan combativa.
Empezaron a circular videos de el mar con bioluminiscencia, ballenas en Acapulco y animales siendo libres en el mundo, sé que todos tuvimos el pensamiento colectivo de lo dañinos que somos en el planeta.
Cómo yo estaba en modo guerrera - combativa, estaba entrenando dos horas diarias de manera muy intensa, recuerdo que pensé ya no tengo pretextos para no hacer ejercicio.
Ese modo duro alrededor de un mes por que después caí en un cliclo de no quiero moverme ni un gramo o sea tipo oso en hibernación y me volví como el ratoncito
que come zanahorias con gorrito, lo malo es que no fueron zanahorias, volví al mal hábito de comer papas y frituras.
Después veo lo impensable, el petróleo se cae no a cero si no a números negativos y en este momento de la vida nos guste o no, es el producto más importante del mundo.
Cuando vi lo que pasaba sentí un hueco profundo en mi estomago y mi corazón, “me dije”
¿Qué va a pasar con todos los negocios que llevamos?
No van a aguantar esto, se van a ir a la quiebra. Lloré de nuevo.
Aún a pesar de todo no deje de ver lo afortunada que soy por que mi negocio no estaba en peligro por todo lo que yo construí antes, así que sí me permití aplaudirme y celebrarme lo aplicada y disciplinada que soy para hacer mis sueños realidad.
Por que un sueño es maravilloso, yo sé que todos soñamos con hacer cosas abundantes y extraordinarias, pero la disciplina es lo que hace que ese sueño se materialice en este aquí y ahora.
Ahora voy a algo importante, ¿recuerdas ese sentimiento de tener que hacer algo y no hacerlo?
Bueno, a mi me paso con el ejercicio, yo tengo mucha energía puedo entrenar dos horas sin problema y después nadar 30 minutos más, entonces cuando deje de hacer ejercicio alteré mis hábitos de sueño, ojalá me hubiera dado cuenta de inmediato de lo que te digo ahora pero paso más de un mes para que lo hiciera, no me di cuenta que estaba dejando toda esa energía almacenada en mi cuerpo y entonces deje de dormir, no me daba sueño a ninguna hora, era un búho dando vueltas en la cama, recuerdo haber estado peleándome conmigo misma dando vueltas de un lado a otro en la cama tratando de dormir.
Al tercer día dije ¿Por qué me estoy peleando conmigo? Las cosas siempre pasan como tienen que pasar. Si no estoy durmiendo voy a aprovechar el tiempo para hacer que las cosas sucedan, y me di a la tarea de construir y complementar un proyecto que tenía debajo de mi almohada.
www.yohagoquelascosassucedan.com, es hermoso, es parte de mi propósito de vida, llena mi vida de amor y abundancia, por que es mi manera de ser una generadora e inspirarte.
Así que volví a sentir fortuna en mi corazón y agradecí el 2020, no es un año perdido, es un año de gran aprendizaje.
Después me sentí ansiosa, tengo muchos años sin descansar por que estoy obstinada y convencida de hacer mis sueños realidad, pero me di cuenta de los hábitos que tengo para dispersarme o evadirme de mis emociones, me gusta ir a plaza satélite a comprar maquillajes, ropa y zapatos, amo los zapatos, entonces después de mis juntas de los jueves pasaba a comprar cosas y me quedaba a comer ahí.
Era la "minifuga" de Dianita y la recompensa por ser trabajadora como hormiguita, así que bienvenida cuarentena que se volvió ochentena y adiós minifugas.
Después de la ansiedad vino el enojo, pensé, estoy sufriendo por qué no puedo salir a comprar cosas que no necesito, mientras mucha gente esta enferma, no tiene qué comer o no tiene dónde vivir.
Caí en cuenta de que necesito ser amable conmigo misma y con mis procesos de aprendizaje, no soy perfecta, aún tengo mucho que aprender de esta experiencia humana y aún tengo mucho para dar y compartir.
Así que eleve una oración por los que están pasando mal este momento y agradecí por lo que tengo en este aquí y ahora.
Y entonces llegaron las avispas asiáticas asesinas a Estados Unidos, un insecto de 4 cm que puede poner en riesgo toda la forma de vida que conocemos hoy por que asesinan a las abejas, ellas polinizan nuestros vegetales y frutas y fertilizan las plantas o sea sin ellas no hay comida.
Cerré los ojos y dije Dios Santo en verdad tanto nos falta por aprender, por hacer consciencia de nosotros mismos, estar en casa es estar contigo mismo todo el tiempo y se que para muchos está siendo un castigo pero en realidad es una bendición tener tiempo para compartir contigo mismo y aprender de ti.
Y entonces llego la semana de mi cumpleaños y con ella la noticia de monos roban muestras de sangre positivas con Covid 19.
¿Neta? ¿La película del planeta de los simios se va a volver real? qué sigue mundo ¿temblores? ¿Polvo del Sahara?
Y el mundo dijo sí, efectivamente, prepárate.
Y llego un temblor de 7.5 que nos hizo salir de nuestras casas con todo el miedo de la pandemia y la sana distancia que por amor no te deja ver ni estar con los que más quieres.
Y después llega la nube de polvo y sé que todos nos estamos preguntando, ¿esto va a terminar algún día?
Y hoy quiero decirte algo, no estamos aquí hoy por el futuro o el camino que falte recorrer, estamos aquí por todo lo que hemos hecho, por todo lo que hemos superado, por todos los retos por los momentos difíciles, por todos los milagros y por toda la risa que nos ha sostenido.
Siempre me he negado a creer que soy una víctima de las circunstancias, yo hago que las cosas sucedan, yo estoy en constante abundancia y expansión.
Yo saldré victoriosa y abundante de todo esto, por qué yo soy una conquistadora.
Lo importante es que no olvides que no estas sola en el camino, somos muchas las que estamos sintiendo cosas parecidas.
Te comparto un video para que te motives y hagas que las cosas sucedan, aún en esta cuarentena.
Así que empodérate y haz que las cosas sucedan.
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